18/12/09

Zu Hause!

Aquí estoy en Tegel, a las 4:38 de la mañana en la puerta C44 esperando a embarcar. Soy tan moderna y tan generación “aquí y ahora”, que voy con mi Laptop a todas partes y escribo en los aeropuertos como un señor empresario.

Me he chutado dos cafés porque sino habría muerto en cualquier rincón de Berlín cubierta de nieve. He tenido que pagar 5 kgs de más (que en realidad eran 8 de más, desde aqui darle las gracias a todas esas “señoras que perdonan 3 kgs de más en las paraetas del check-in” (y sí, voy a dar por culo con las señoras)), y encima en el taxi voy de rica (gracias, ministerio) y le doy 2 euros de propina, porque le morito Juan me ha traído como las balas.

Después de escuchar cada noche a mi padre machacándome con que escriba un diario Erasmus, ahora es el momento. En el fondo, yo también quiero congelar todos esos Eindrücke y cómo voy sintiéndome a medida que pasan los meses, para luego más tarde poder releerlo, sentirme idiota y a la vez contenta de ver como fui creciendo (si es que lo hago).

Vuelta a Valencia por Navidad, tengo tanto sueño que cuando llegue me dormiré en el dentista mientras me destroza la muela, que me ha dado problemas varios, y luego le haré sangre a la cama.

Plus:
Son las 9:16, acabo de llegar a Mallorca, tierra de alemanes.
Hoy he visto el amanecer más bonito de toda mi vida, era increible y jodidamente rojo y contrastado con un azul marino intenso. Creía que había salido de la vía láctea y estaba viviendo en una peli, como siempre. No se me va a olvidar esa imagen, aunque me da mucha rabia no haber hecho una foto, porque justo estaba en el otro lado y no quería molestar a los abuelitos amantes de Malloaca (léase con acento alemán).
Ayer me odiaba a mi misma por ser tan masoca, siempre me cojo vuelos que salgan a primera hora sin ninguna necesidad, y pensando que nunca más cogería uno tan temprano pudiendo irme a las 4 de la tarde, pero hoy al ver ese amanecer he pensado que vale la pena dormir sólo media hora, salir excesivamente pronto de casa y poder disfrutar del cielo por encima de las nubes.
En cuanto he visto el sol no podía creermelo, ¿hace cuanto no lo veía? Dos semanas seguro.
¿Quien puede vivir dos semanas sin ver el sol? Solo una erasmus que se distrae con cualquier bola de nieve. Eso sí, pienso bañarme en la playa aunque pille una hipotermia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario