10/2/09

entre rejas



Es un vacío que quema, que traspasa la piel pero no las paredes de la habitación.
Todo queda en estas 3 paredes, pues la cuarta es un armario, donde sólo existen los recuerdos que no quiso despedir. También hay una puerta, dando la oportunidad de salir, de escapar.
Sin embargo siempre está cerrada. Prefiere abrir la ventana, una ventana que le contamina con sus esencias amargas y agridulces del presente.
Un presente sin esperanzas, un vacío. Y un no-futuro que baila a solas con la angustia hasta que ambos consiguen entrar aquí, en el vacío de la única habitación. Poco a poco se impregnan en su piel y se mezclan con el pasado y demás angustias del interior.


1 comentario:

  1. Este es uno de los textos que más me ha gustado. Por unos momentos en mi vida, yo también me sentí así. Sigue escribiendo y no lo dejes de lado ;)

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