21/2/09

Mario Benedetti

A veces
por supuesto
usted sonríe
y no importa lo linda
o lo fea
lo vieja
o lo joven
lo mucho
o lo poco
que usted realmente
sea.

Y a lo mejor
si su sonrisa viene
de muy adentro
usted puede llorar
sencillamente
sin desganarse
sin desesperarse
sin convocar la muerte
sin sentirse vacía.

Llorar
sólo llorar.

Entonces su sonrisa
si todavía existe
se vuelve un arco iris.

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